lunes, 6 de junio de 2011

EL ROMANTICISMO


El Romanticismo es un movimiento cultural característico de la primera mitad del siglo XIX. Se opone a los principios básicos de la Ilustración y resulta de la profunda crisis social e ideológica de un mundo en acelerado cambio. Los rasgos generales del Romanticismo nos permiten entender que, en su rechazo del mundo, los artistas románticos tomen dos direcciones opuestas: la nostalgia de los valores tradicionales (monarquía, religión...) o la rebelión frente a su mundo y frente al antiguo (republicanismo, anticlericalismo, ideales democráticos...). Por ello se distingue entre un Romanticismo tradicional o conservador y un Romanticismo liberal o progresista.

  • El Romanticismo español

El Romanticismo se desarrolla tardíamente en España debido a las circunstancias históricas y políticas del país en el primer tercio del siglo XIX. La censura y la falta de libertad de expresión en el reinado absolutista de Fernando VII hacen que la cultura española sea raquítica en ese periodo

· La poesía romántica

Se cultivan dos géneros:

ü la poesía narrativa (relato en verso de sucesos históricos, legendarios o inventados) y la poesía lírica. Los poemas narrativos combinan la descripción, el diálogo y, también, momentos líricos con la narración propiamente dicha. La poesía lírica romántica expresa temas como la melancolía, el cansancio de la vida, el amor, la mujer ideal, etc.

· CARACTERÍSTICAS

ü poesía romántica es la mezcla de géneros, de modo que no siempre resulta clara la distinción entre lírica y épica o narrativa.

ü poesía romántica es la polimetría, es decir, el empleo de diferentes versos y estrofas en un mismo poema.

ü Los poetas románticos más importantes son José Zorrilla (1817-1893), Espronceda (1808-1842), Bécquer (1836-1870).

· José de Espronceda

Aunque escribió también teatro y novela, destaca sobre todo por su poesía, tanto lírica como narrativa.

Sus dos grandes poemas, El

estudiante de Salamanca y El diablo mundo, si bien son básicamente narrativos, ejemplifican la mezcla de géneros propia del Romanticismo, puesto que los fragmentos propiamente narrativos alternan con pasajes líricos y escenas dramáticas.

El estilo de Espronceda es típicamente romántico. Le gustan las sensaciones extremas; eso explica su afición a las sonoridades retumbantes, los efectos rítmicos sorprendentes, las rimas agudas, los cambios métricos repentinos, los contrastes violentos, las exclamaciones, las interrogaciones retóricas, etc. Le interesa siempre la reacción sentimental de los lectores, por lo que abusa de las situaciones emotivas y de la tendencia a lo misterioso.

· Gustavo Adolfo Bécquer

Se Destaca tanto por su poesía como por su prosa.

La primera edición de sus textos poéticos apareció póstumamente con el título de Rimas. Los temas de las Rimas son básicamente dos: el amor y la poesía. El amor se identifica con la mujer, expresión máxima de la belleza, pero poco más que un ideal porque resulta inaccesible, es un misterio o se desvanece como un sueño. El resultado final es la desilusión, la angustia y la soledad. La poesía se concibe como expresión de emociones íntimas que están más allá del poeta mismo y que sólo esperan al escritor que sepa formularlas.

En cuanto al estilo, la poesía de Bécquer es sintética, normalmente breve y nada grandilocuente. Ahora bien, bajo la aparente sencillez de sus versos, se advierte una consciente elaboración de los textos.

· La prosa romántica

Tienen como características ser breves, carecer prácticamente de acción, usar poco el diálogo, describir tipos, ambientes y hábitos contemporáneos del autor, y obedecer a un propósito didáctico-moralizador o humorístico o satírico. Los más importantes costumbristas son Estébanez Calderón (Escenas andaluzas), Mesonero Romanos (Escenas matritenses) y, fundamentalmente, Larra.

· Mariano José de Larra

Aunque escribió una obra teatral (Macías) y una novela histórica (El doncel de don Enrique el Doliente), es en el periodismo donde sobresale especialmente. Entre sus muchos textos periodísticos destacan sus artículos de costumbres (El casarse pronto y mal, El castellano viejo, Vuelva usted mañana, El día de difuntos de 1836, La Nochebuena de 1836, etc.). Por lo que respecta al estilo, Larra busca convencer y gustar al lector de la prensa. Para ello usa los más variados recursos, pero siempre con un lenguaje claro y directo en el que son constantes la ironía y el sarcasmo. La ironía es para Larra el mecanismo fundamental para desvelar las apariencias y dejar al desnudo las situaciones que satiriza.

· El teatro romántico

Con el triunfo del Romanticismo en la década de los treinta, los dramas románticos conocen un éxito rapidísimo.

· CARACTERÍSTICAS

ü El tema fundamental es el amor, un amor que está por encima de las convenciones sociales. La imposibilidad de alcanzar un amor puro en un mundo hostil hace que frecuentemente los finales sean trágicos.

ü Suelen desarrollar las acciones amorosas en un marco histórico, normalmente de la historia nacional.

ü Contienen numerosos elementos melodramáticos (origen desconocido de los personajes, anagnórisis o reconocimientos finales, escenas sepulcrales, desafíos...) cuyo fin es conmover y emocionar al público, al que ahora, a diferencia del teatro neoclásico, no se pretende aleccionar.

ü Los dramas románticos más notables son La conjuración de Venecia (Martínez de la Rosa), Macías (Larra), Don Álvaro o la fuerza del sino (duque de Rivas), El trovador (García Gutiérrez), Los amantes de Teruel (Hartzenbusch) y, por último, tres obras de Zorrilla: El zapatero y el rey, Don Juan Tenorio y Traidor, inconfeso y mártir.

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